Cuéntanos sobre ti. ¿Cómo y cuándo empezaste a practicar tu deporte?
Siempre me habían gustado muchísimo los coches y la velocidad. En 2010, cuando tenía 10 años fui a un circuito de karts con mi padre y, tras las primeras vueltas, me enamoré de la velocidad y la conducción. A partir de entonces, fui a ver una carrera de competición y le dije a mi padre “esto es lo que quiero hacer”. Desde ese momento me di cuenta de que el mundo del motor era mucho más fascinante que todos los otros deportes que había probado. Al cabo de poco tiempo, mi padre me compró un kart de competición y empecé a entrenar hasta que corrí mi primera carrera ese mismo año.
¿Qué es lo mejor que te ha enseñado este deporte?
Para mí, lo que me ha enseñado el mundo del motor ha sido la disciplina y la independencia. Cuando quieres algo tan fuerte necesitas estar al 100% y entrenar todos los días a todas horas. Hay cosas que te pierdes cuando tienes 12, 13 y 14 años como adolescente, pero las sacrificas por el deporte y por tus metas. También me ha enseñado a ser una persona independiente desde muy pequeña, ya que he tenido que viajar sola sin mis padres desde los 14 - 15 años a países como Inglaterra, he tenido que tratar con gente con altos cargos y me he tenido que relacionar en idiomas diferentes al mío.
¿Qué consejo darías a las jóvenes que quieren iniciarse en tu deporte?
Lo que siempre he dicho es: si algo quieres, ve a por ello. El mundo del motor está compuesto mayoritariamente por hombres, pero cada vez somos más mujeres y hacemos fuerza para que se nos dé visibilidad y para poder, algún día, llegar a estar en la Fórmula 1. De mujer a mujer les diría que luchen por aquello que quieren y que no se rindan; todo se compone de esfuerzo y sacrificio y que podemos estar allí donde queramos.
¿De qué logro deportivo te sientes más orgullosa?
Uno de los logros que más importancia tiene en mi vida es cuando gané el trofeo de la industria en 2015. La parrilla estaba compuesta de 40 pilotos de muchos países y yo era la única chica, gané esa carrera y fue algo espectacular. Recuerdo a todos los mecánicos aplaudiendo por la super carrera que hice y quedando primera ante todo los hombres. En ese momento, ya me había ganado el respeto por parte de todo el Paddock.
¿Recuerdas el momento en el que te diste cuenta de que ser piloto podía ser una carrera para ti?
Recuerdo estar corriendo en un circuito en la zona de Valencia, era 2011, yo tenía 11 años. Me acuerdo que en mitad de la carrera empezó a llover e íbamos con neumáticos de pista seca, no obstante, a pesar de eso, hice la vuelta más rápida de carrera junto con los mejores pilotos de España en ese momento. Allí me di cuenta de mi potencial y de mi talento como piloto para poder llegar quizás, algún día, a lo más alto: la Fórmula 1.
Como mujer, ¿alguna vez tuviste dudas sobre la posibilidad de dedicarte de forma profesional? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Sí. En muchas ocasiones me he sentido que la gente me trataba como si yo fuese inferior, sobre todo cuando empecé. Podía pensar que era un deporte para hombres, pero con el carácter que yo tengo, en ningún caso pensé que no podría llegar donde yo quisiera. Así que, todo lo que yo escuchase por parte de los hombres, del mundo aún más machista de hace 10 años, me hacía tener más hambre de ganar y de demostrar que una mujer podía estar al frente de todo y ganar ante todos.
¿Crees que las mujeres (deportistas) están suficientemente representadas y reconocidas en la sociedad? Si no es así, ¿qué crees que ayudaría a conseguir un nivel de representación más igualitario?
Creo que últimamente se está dando mucha importancia al deporte femenino. Esto es algo que antes cojeaba, pero ahora estoy viendo como hay progreso en ese sentido. Poco a poco, se le está dando más visibilidad a los deportes donde está la mujer, pero sí que es verdad que aún nos queda un largo camino por recorrer. Aún existen diferencias en muchas disciplinas y, además, tampoco se paga lo mismo a las mujeres que a los hombres. También me gustaría añadir que hay programas como “Mujer y Motor” que ayudan con aspectos, como, por ejemplo, los patrocinios a las mujeres, además de otros programas en otros deportes que han ido surgiendo a lo largo de los años. Así que respondiendo a la pregunta: creo que estamos siendo más reconocidas en la sociedad y si nos está ayudando de una manera mucho más amplia desde hace unos años, pero aún tenemos que seguir luchando por ello.
¿Cómo han contribuido, en tu opinión, las redes sociales a cambiar la percepción de las mujeres profesionales en el deporte?
En este sentido, creo que las redes sociales, a mí personalmente, me han ayudado a crecer y que se me conozca más como piloto profesional. También es verdad que a veces he recibido comentarios muy machistas por el simple hecho de subirme a un coche y ser mujer. Pero, sinceramente, creo que el boom de las redes sociales ha hecho que muchas mujeres pudiésemos aprovechar esta oportunidad para darnos más a conocer, para llegar a un público más grande y así poder realmente enseñar aquello que hacemos: por lo que luchamos y lo que nos sacrificamos por el deporte.
Si pudieras, ¿qué cambiarías de tu deporte desde la perspectiva de una mujer?
La verdad, no puedo decir qué cambiaría. He estado compitiendo desde los 10 años y sí que es verdad que al principio me tuve que ganar el respeto, pero hoy en día me siento respetada por todo el mundo del motor. Es más el cambio de la sociedad de cara a un mundo menos machista, más que el deporte en sí.
