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BOSTON BUN

REINVENTING ICONIC PARISIAN DANCE MUSIC FOR A GLOBAL AUDIENCE

Una misión de un solo hombre para hacer bailar a la gente.


A mediados de los 90, la música electro francesa estaba en auge. El álbum debut seminal de Daft Punk, Homework, salió y provocó un aumento del interés en los sonidos electrónicos downtempo que se filtraban de L'Hexagone. El dúo de Versalles Air lanzó su icónico sencillo "Sexy Boy", y bandas como Cassius y Phoenix estaban cautivando a los fanáticos de toda Europa con hipnóticos shows en vivo. Cuando Stardust dejó caer su house banger "Music Sounds Better With You" en 1998, se convirtió en un éxito mundial, y la palabra era oficial: Francia era el futuro de la música de baile.

Las semillas sembradas en ese período han significado que Francia siempre se ha mantenido a la vanguardia del pop computarizado. Esa primera ola inspiró una segunda generación en la década de 2000, liderada por sellos como Busy P, Kavinsky, Mr Oizo, Para One y el fallecido gran DJ Mehdi, además de sellos discográficos como Kitsune y Sound Pellegrino. Fue en este vórtice de talento que un joven beatmaker llamado Boston Bun se convirtió en artísticamente consciente.

Si partir de 2012, Boston Bun (nombre real: Thibaud Noyer) ha estado haciendo olas a través de la música electrónica por su vibrante e inventiva marca de house y techno. Ahora ha firmado con Island Records y ha hecho remixes para mark ronson y miley cyrus. El año pasado lanzó la enérgica canción "Spread Love" en Atlantic Records con el legendario artista francés DVNO, y explotó: obteniendo 25 millones de transmisiones combinadas y contando. "Hago música de baile", explica Noyer. "La gente tiene mucho miedo de esa palabra en la música, pero sí, es música dance. Música que hace bailar a la gente", se ríe.

Bollo de Boston en tee gráfico de la nueva era

"Crecí en un pequeño pueblo en el sur de Francia, sin club, sin cultura", explica Noyer, mientras charlamos en el club nocturno parisino Sacré. Este es el nuevo nombre del otrora icónico club nocturno francés Social Club, que estuvo a la vanguardia del auge electrónico francés de finales de la década de 2000. Es donde Noyer se cortó los dientes como DJ cuando se mudó a París, calentando para estrellas como Para One y viendo a Solange actuar con DJ Mehdi. También es donde conoció a Busy P, comenzando una amistad que lo vería dejar caer numerosas canciones en Ed Banger Records.

Pero de niño, su conexión con la música era mucho más limitada. "La primera vez que vi música electrónica fue a través de videos musicales en la televisión nocturna", explica. "Videos súper extraños de los Chemical Brothers, Daft Punk y más. No tenía ni idea de que había este tipo de música que se podía escuchar en un club. Pensé que era una cosa rara que sucedía en la televisión. Más tarde descubrí que era para hacer bailar a la gente y me encantó."

Noyer cita sus inspiraciones clave como Armand Van Helden, Cassius y Basement Jaxx, pero la inspiración también es impredecible y fluida para él: puede venir de cualquier parte. "A veces es solo una frase, algo en una película, en un libro, en una exposición". Más recientemente, se ha inspirado en Londres, la ciudad a la que se mudó el año pasado

".

"Me encanta París, pero me encontré preguntándome: ¿qué sigue?", explica Noyer. "Necesito energía en mi vida: descubrir una nueva ciudad, gente nueva, nuevas escenas. Y siempre he estado obsesionado por los actos del Reino Unido en la música electrónica, como Chemical Bros, The Prodigy y Fatboy Slim. Londres ha estado en el mapa desde el primer día. Puedes patear un contenedor aquí y 10 DJs y productores increíbles saldrán. Es increíble bucear en el estudio con ellos y crear nuevos sonidos. Definitivamente fue una buena opción para mudarse."

Derecho ahora, Noyer está enfocado en la nueva música cuando está a punto de lanzar su próximo sencillo, Don't Wanna Dance. Aparte de eso, se ha centrado en su sello, Circa 99, que trajo a Londres con él. Ahora en su séptimo lanzamiento, el sello ha sido un experimento exitoso a través del cual promueve la música de baile de grado A creada por sus amigos y familiares. "Ahora incluso tenemos noches de merch y club", sonríe.

Merch es algo que le interesa, moda para ser más específico. Su amor por New Era se deriva del hecho de que la marca puede ser adaptada por cualquier género de música y seguir funcionando; es usado por todos, desde los fanáticos del jazz hasta los fanáticos del rap y los DJs. "Encaja con cualquier identidad", dice. La moda, reconoce, es importante porque siempre está mutando y transformándose.

"Recuerdo que cuando eras niño, te vestías de cierta manera si te metieras en el rap, el metal o el rock", concluye. "Pero ahora los estilos son casi infinitos. A veces un nuevo nicho aparece durante uno o dos años y luego desaparece totalmente. Es increíble ser testigo porque nunca se puede ver venir. Por eso me encanta la moda: es una evolución natural."